Cuando la televisión es buena, nada es mejor, cuando es mala, nada es peor. Newton Norman Minow

lunes, 12 de julio de 2010

“Vamos a la publicidad y regresamos”

Diariamente no solo podemos ver exclusivamente programas televisivos, sino que ante, durante y después de ellos, la televisión nos muestra distintos comerciales que nos inducen de manera directa o indirecta a comprar, elegir o pensar de tal o cual manera. Todos estamos expuestos a estos mensajes subliminales, sin embargo, son los niños los niños los que se encuentran más expuestos, pues dentro de su ingenuidad e inocencia propia de sus edad, las empresas a convencerlos sobre qué comer, qué jugar, qué comprar o simplemente le enseña un nuevo vocabulario.

El objetivo de la publicidad es hacer sentir a la persona, a través de argumentos “racionales”, la necesidad por algún producto; es decir, nos muestra un producto que despierte nuestro interés, pero que no necesariamente lo necesitemos. Asimismo, no solo es el mensaje que se transmite, sino las imágenes y lenguaje que se utiliza; la televisión es un medio al que personas de todas las edades tienen acceso, por ello, no solo se debe cuidar los programas que se transmiten sino también, la publicidad que se emite.



Aquí le presentamos un comercial que consideramos no respeta a las niñas televidentes:



Luego de ver esta publicidad, nos gustaría que reflexionemos sobre la publicidad que vemos a diario. ¿Se defienden los derechos de los niños? ¿Es respetado el televidente? ¿o se trata simplemente de venderle un producto? Valores Humanos es una ONG que está ayudando al Ministerio de la Mujer y el Desarrollo Social (MIMDES) juntando las quejas de los espectadores para cambiar los programas y propagandas que se transmiten en este medio de comunicación y no cumplen con ciertas medida mínimas de respeto, las personas pueden entrar a su portal y hacer sus respectivos reclamos.

Verónica Cuadros.

2 comentarios:

  1. El otro día comentábamos eso con un grupo de amigas, nos cuestionábamos como podían existir comerciales que no respetaban a la persona que veía la televisión, pero también decíamos si bien los productores no respetan a las personas que lo ven, las personas que lo realizan no se respetan ni a si mismos.

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  2. Gracias por tu comentario.

    Exacto, no sólo son las personas que lo producen sino las personas que aceptan trabajar en ellos, quizás sea por necesidad, pero creemos que podrían considerar el papel antes de aceptar representarlo.

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